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Esta vez ocurrió desde mi azotea real; la de mi casa en Estepa.
Caía sobre Écija, tan castigada estos días por las lluvias y los desbordamientos. A lo lejos, hacia la campiña, a unos 30 kilómetros en línea recta, sobre las luces de la ciudad de Écija una gigantesca nube descargaba sus rayos y centellas. Y mi chico y yo, desde nuestra azotea, apostados, contemplando tan maravilloso espectáculo de la naturaleza. Y os aseguro que la luz de los rayos en el cielo oscuro casi negro, era un verdadero show.
No son muy buenas instantáneas; y eso que tengo una buena Canon reflex. Pero para mí, las mejores. Pero "de los escarmentados nacen los enseñados"; como nunca antes me he visto con esta oportunidad, nunca antes supe cómo hacer fotografías de una tormenta eléctrica.
Pero ni aunque hubiera conseguido las mejores fotografías posibles, nada se compara con el espectáculo visual.
Besos de Zarzaparrilla, muy ajetreada estos días,
Smilax
Menuda tenemos liada en el sur!!
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