5.10.15
Mi semana rara | My weird week
No soy de contar demasiadas cosas personales, personales en el sentido de las más íntimas, las más interiores, las que te pasan como persona, las feas. Esas que instintivamente te guardas en lo más dentro de ti. Aunque reconozco que lo cierto es que sí que las cuento, pero lo hago de una manera un poco menos 'mala', canalizadas, vestidas de la parte positiva que siempre hay, esa parte que incluso en las cosas tristes eres capaz de encontrar si sabes mirar. Lo más doloroso, lo profundo, lo reservo para los momentos de intimidad. Todos hacemos eso, al fin y al cabo.
Esta vez sí que le voy a poner nombre, me apetece mucho, tras haber pasado una semana desubicada, rara. Porque hay que recomponerse y seguir adelante. Porque como antes he escrito, siempre hay que sacar el lado positivo y quedarse con lo bueno. No hace bien recrearse en la pena y el dolor; es lo peor que podríamos hacer. Y aunque hay mucho dolor, también hay una enorme sensación de gratitud y de felicidad. Por haberla tenido a mi lado durante 38 años de mi vida. Mi abuela Trini. Que se me fue hoy hace una semana. A unos maravillosos 95 años.
Una vida entera, la suya, que ha vivido con dignidad, bondad, belleza. Con alegría, también con pena, con sus luces y sombras. Pero rodeada de mucho amor, muchísimo cariño, sabiéndose querida y acompañada por esos que la queríamos, hasta en su último momento.
Escribir este post me ayuda y ayudará a pasar su duelo. Como he hecho en otras ocasiones en el blog. Aunque he de pedir que me perdonéis que esas otras veces se queden en el anonimato de haberlas vestido de cada 'parte positiva' en su momento y que no las desvele ni aún ahora; prefiero que sigan siendo posts preciosos escritos para celebrar la vida, no la muerte.
Con mi abuela Trini siempre tuve un vínculo muy especial y sé que fue mutuo. No en vano, más que una abuela ha sido una segunda madre. Todas las abuelas y abuelos lo son, segundos padres para muchos de nosotros. Llegados a este día, primer aniversario, primera semana sin ella, me apetecía mucho poner en texto estos sentimientos, no ya por el hecho de compartirlo sino por leer yo misma estas palabras mientras las escribo, y recordarme a mi misma una y otra vez que una vida no se acaba con la muerte, mientras sigas recordándola. Y ahora es el momento para poner la mente a trabajar, y traer a mi memoria cada pequeño detalle, cada anécdota y cada recuerdo de los que me ha dado tiempo a vivir con ella en todos estos años.
Ella siempre dijo, para morirse lo único que se necesita es estar vivo.
Es que poco queda por añadir a una verdad tan grande. Solo una cosa, sí: la moraleja. Que vivamos la vida plenamente, que no la desperdiciemos, que saboreemos la felicidad y agradezcamos las cosas que cada día nos ocurran. Las buenas y las malas. Gracias, abuela, por haberme dado tanto, por haberme enseñado tanto. Por haberme querido tanto.
Besos,
B
PD_ En el post de más abajo seguís teniendo el sorteo en marcha. Eso no ha cambiado. ;)
----
My grandmother T. passed away a week ago. I needed to take a few minutes to put myself together and write this post down, but I feel fine after doing it, for this words will comfort me and help me during the mourning of her passing but also will help me to celebrate her long-lasting life of 95 years. I know I'm gonna miss her a-lot. All I want to do is missing her with a smile- the kind of smiles she always gave me. I love you very much, grandma.
PS_ Down this post you can still take part of the raffle I am giving away, that hasn't changed. ;)
Photo credit: pipe.martínez / Foter / CC BY-NC-ND
Suscribirse a:
Entradas (Atom)