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Así te sientes cuando te despides. Así me sentí yo al despedirme: como que has estado entre el cielo y la tierra, en una especie de impás, alejada de todo y desconectada.
Es uno de esos sitios a los que sabes que más tarde o más temprano, vas a volver. Y es ese Sitio que vas a recomendar sin lugar a dudas.
Hace unas semanas, mi chico y yo decidimos descansar. Necesitábamos descansar. [necesito-descansar] Pero no eso de, nos vamos un fin de semana a la playa a un hotelito ahí al lado. [gracias a D. tenemos la playa cerca] Esta vez, era más que eso; se trataba de desconectar y sentir esa desconexión. Realmente, huir y desaparecer. Así que, aficionados como somos, a buscar rincones en los que dejarnos caer, estuvimos ojeando hasta dar con el sitio ideal: Cabo de Gata-Níjar, Almería. Los dos habíamos estado previamente en Almería, pero no en la zona de Cabo de Gata. Esta vez prometía ser la ocasión.
Contactamos con alojamientos rurales con encanto y en uno de ellos, al teléfono nos atendió Rosa [madre]. Su voz y la cercanía de sus palabras ya en ese instante, fueron presagio de acierto pleno.
Y os cuento todo esto, porque creo que es la mejor carta de presentación, para poder hacer justicia a Rosa madre y Rosa hija, y así describiros su tesoro, que es la
Casa Rural Cerro La Gorra.
Las manos que cuidan de la casa son las de una madre y una hija, que han luchado duro por conseguir su
sueño, pero
son manos cariñosas, dulces y como si de una madre y una
hermana se tratasen. Rosa madre y Rosa Hija nos hicieron sentir como en
nuestra propia casa. ¡Y qué desayuno nos esperaba cada mañana...! ¡Cómo
no volver, si nos servíais
el mejor zumo de naranja que he tomado nunca!
En el resto de nuestro viaje visitamos
las playas
espectaculares de Agua Amarga y la paradisíaca Playa de Los Muertos. Un
espectáculo que bien mereció la caminata de 15 minutos hasta llegar a la
playa [y eso que bajamos por la vaguada al fondo del promontorio y no
por el camino por donde todos bajaban...]. Una de las más bonitas que he
visto. Y qué deciros de los tesoros que guardaba el agua... Nos
llevamos nuestros equipos de snorkeling... ¡Yo creo que el sol me quemó
los muslos, de las horas que pasé nadando y mirando el fondo del mar!
Para quienes no conozcan el
Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar en Almería, permitidme un poco de historia; fue el primer Parque Natural de
carácter marítimo terrestre que se declaró en Andalucía, allá por el
año 1987, y el que mayor número de valores naturales atesora, y con
mayor numero de figuras de Protección juntas, de toda la comunidad
andaluza (por valores geológicos, paisajísticos, ecológicos,
florísticos, antropológicos...)
Almería, tierra de contrastes
y extremos, tiene en este Parque Natural un
ejemplo único de paisaje,
flora y fauna de clima árido y con un grupo extenso de endemismos
[especies, animales o vegetales, que son únicas de un determinado
entorno, no encontrándose en ningún otro lugar]. Y aunque en un
principio pueda sorprender por árido o poco exhuberante, es sin embargo,
un lugar con una rica cobertura vegetal en un excelente grado de
conservación y de una extraordinaria calidad, que se hace visible y
apreciable,
para unos ojos que sepan mirar con un poco de interés. Cada
tipo de paisaje tiene su lugar en cada sitio. Y creedme, no todo lo que
es bosque denso y verde es sinónimo de naturaleza y ecología. Hay que
saber apreciar los lugares en sí mismos, y cada paisaje tiene su magia
especial.
Así que tener al alcance un lugar donde descansar y
desconectar, en un entorno conformado por un conjunto de ecosistemas de
tan alto valor ecológico y con un enorme grado de protección, os aseguro
que es garantía de la más alta calidad. En el servicio, en la gestión,
en el trato y sobre todo, en la sostenibilidad y la simbiosis entre
turismo y respeto por el medio ambiente.
Maravillosos
también los pueblecitos de
Agua Amarga y Rodalquilar, donde fuimos a
cenar, al Samambaia, el restaurante brasileño de Mónica, una encantadora
chica natural de Brasil [y donde comimos el más delicioso gazpacho de
frambuesas que he comido nunca!], y una cena internacional en
El Trota,
y donde terminábamos la noche con una copa, extramuros de la Iglesia
del pueblo. Como no tengo enlace al Restaurante Samambaia, os recomiendo
la lectura de
este blog,
si quereis conocer lugares y rincones donde comer y tomar una copa en
Cabo de Gata; muy simpatica esta asociación gasstronómica murciana.
Pero
la experiencia de volver por la noche, y quedarnos en el porche de la
habitación a mirar un cielo absolutamente cuajado de estrellas, y en el
silencio más hermoso, esa experiencia, no la olvidaré nunca.
Las imágenes, hablan por sí solas...
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Playa de Los Muertos |
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Cala de Agua Amarga desde el camino hacia Cala Enmedio |
Por mi parte solo me queda deciros que volveremos. Describirlo me está siendo tarea complicada, porque cuando se ha estado tan cerca del paraíso, no hay demasiadas palabras que hagan justicia a la experiencia vivida.
Rosas, os mando el más cariñoso de los besos. Espero que nos veamos de nuevo muy pronto.
Con todo mi cariño,
Besos de zarzaparrilla,
Smilax