11.11.08

Los frutos, y sus semillas... (edit)

Cada fruto, cada creación tiene una historia y un anecdotario que lo alimenta, que lo enriquece y lo eleva más allá de la categoría de simple objeto: lo convierte en un fruto de Zarzaparrilla.

No me gusta contar cosas feas. O lo menos posible, verdad E.? Y si las cuentas, entonces creo que lo mejor que puede hacerse es tratar que termine en una historia feliz o simpática, o simplemente, en historia con moraleja, como las fábulas que nos contaban en el colegio...

Allá va ésta:

Érase una vez una niña llamada Smilax a la que le encantaba crear pequeñas piezas, como delicados y pequeños frutos. Para ello, hacía con mimo y cuidado cada uno de los frutos que después daban a Zarzaparrilla su forma y su sentido.

Crabs Sting Broche
(Piedra de tigre, hilo de plata, cuerda, nácar y pluma)

Tejía el delicado hilo que envuelve cada piedra, lo entretejía después, cosía el lazo, engarzaba el broche que después le daba forma, terminaba los delicados detalles... Y al final, una pequeña gota de pegamento para hacer sólida la unión y dar firmeza la pieza. Ya estaba a punto de rematarla cuando de pronto, ¡oh, no! ¿Pero qué ha pasado?! ¡La yema del dedo corazón ahora formaba parte de la uña del índice! !Dedos pegados!! ¿Cómo ha podido pasar?, se preguntó: ¡Ni lo había notado! Y¿ ahora qué?
Así que llamó al teléfono que viene en las etiquetas de estos productos (y al que crees que nunca tendrás que llamar, todo sea dicho), para consultar acerca de la posible solución, porque ya se veía varios días con los dedos vendados... =)
Y ocurrio que la chica que la atiende resulta que no puede evitar la risa ante la imagen (que Smilax supone) que imagina... Acto seguido llama a su madre (mamá... mami...!) Y su madre va y se imagina la escena y empieza a reirse a carcajadas!

La solución... Nada que al final no se arreglase tras 20 minutos con los dedos sumergidos en acetona pura... Dedos libres de pegamento al fin, ¡pero arrugaditos como pasas...!

=)

Moraleja de toda esta historia... Yo tengo varias.

Una, que cada trocito de la vida, al final tiene tras de sí una historia, particular y pequeña, una anécdota... un trocito de cuento... algo que lo hace único, más allá de los simples materiales de los que se compone...

Otra, que hasta de unos dedos pegados se puede extraer un momento para la risa, para el buen humor, tanto en el momento como después, porque Smilax al final llamó a las amigas para contar cuán torpe había sido, porque se dió cuenta de que con esa historia podía sacar más de una sonrisa!

O si quereis, una tercera moraleja (y la más bonita), sería que cualquier problema tiene solución, así que mejor tomar las cosas con humor y saber recordarlas con un toque de gracia...

;)

(edito porque he encontrado un par de lapsus... ups!)


4 comentarios:

  1. Ja Ja ja...:D yo tambien me he imaginado la escena! ya te vale! jajaJaja... pobres deditos acetonado. El broche! moniiiisssimo, con piel pero moniiisssimo jajaja....

    Lo mejor de este mundo es reir :D
    gracias por la risa que me has hecho pasar.

    Un beso

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  2. hola guapetona!!!
    Pues sí... hay que tomarse la vida con mucho humor y así se ve mejor!!! Claro y tambien con ARTE...
    jajaja
    muy bonito el broche!!!
    besitos desde malaga
    Dreams

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. lola, la verdad es que después del sustillo vino la calma, pero al principio se me heló la sangre... y la chica que me atendió me dijo deprimeras "uy,pues eso, mejor que te lo vendes y esperes a que la piel se renueve sola"... ya me veía yo 10 días los dedos vendados!!

    como va todo, dreams? es mejor reirse hasta de una misma, verdad?? jajajja!!

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