21.4.11

I'll be back

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Estamos de arreglos caseros y limpieza de primavera en La Azotea. Adecentándola para recibiros para la primera cenita al aire libre, justo para el buen tiempo...






Besos de Zarzaparrilla

Smilax

3.4.11

Los 15 minutos de fama

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Hoy hace casi un mes de mi último post. Lo que me recuerda que no puedo desparecer tanto. Sobre todo, teniendo en cuenta que empieza a ser cada vez mas agradable pasar el rato en la Azotea, que el paisaje comienza a dejarse disfrutar. Y contar lo que veo, sabeis que es algo que me gusta mucho.

Una, que es un pelín celosa de lo que ocurre en la intimidad privada de su vida,  procura pasar sin caerse, por la delgada línea que separa lo particular de lo público, lo noticiable de lo individual, e intenta ser consciente de aquellas cosas de las que hablar, de lo que pertenece a ámbito interior. Y todos estos días, no es que no hayan pasado cosas; es que puede que las cosas que han pasado obedezcan más a lo personal, y estén mezcladas con "demasiado trabajo y poco tiempo".

Pero en definitiva, por el hecho de tener claro que La Azotea es un lugar algo más particular, es por eso que este blog no tiene publicidad, y motivo por el cual amablemente declino las ofertas de monetizarlo. Y me recuerdo a mí misma que es bonito ser blogger, y que hay varias formas de serlo: tener un blog de estilo y disfrutar de las tendencias, compartirlas y por qué no, incluso anteponerle el prefijo ego también lo es. Y que con todo lo bonito que es, hay grandes compañer@s que lo hacen mucho mejor que yo.

Así que hace tiempo que superé esa fase y La Azotea permaneció siendo lo que es, un espacio desde el que relajarse, mirar, disfrutar y contar historias; a veces cortas y a a veces largas. Al fin y al cabo, historias.

Pero la tentación sabe más por vieja que por tentación, y te acecha a cada esquina, de la forma más inesperada. Como esta vez. 

Abro mi buzón de mail y cotemplo la enésima solicitud de "inlcuyenos un banner en tu blog". No lo desprecio, en absoluto, pero fiel a los principios de La Azotea, sé de antemano que no es el lugar adecuado. Y como cualquier oferta, merece ser vista al menos. Y para mi sorpresa, abro el correo recbido y qué me encuentro?



"Cariño -le digo a mi santo-, qué tienes que decir a esto?"




La última petición de incluir publicidad en La Azotea, tiene esta forma








Forma que, casualmente, no nos es en absoluto ajena.












Hace ya varios años que en nuestra casa nueva, mi chico y yo decidimos que nuestro espacio para vivir fuese lo más a nuestro gusto posible, sin importarnos convencionalismos varios o tendencias varias. O cosas que por aquel momento, ni siquiera recibián el nombre de tendencia. Y es una casa llena de detalles, de cosas que tienen un por qué, de objetos con pequeñas historias. Y algunos los conoceis. Otros, puede que con el tiempo suban a La Azotea y otros, puede que sean lo más chic de lo que tenemos. Pero también puede que queden en el anonimato... Pero lo que sí os aseguro que las cosas que hay, están porque nos cuentan algo. No porque sean o hubiesen sido  lo más.



Como esos cajones. Encargados uno a uno y hechos por un carpintero tal y como nosotros quisimos que fueran. Y ese es el final de la historia, porque el cómo decidimos convertir unos cajones en nuestro mueble principal... lo dejaremos para otro momento  ; )



¿Qué quiero decir con todo esto? No sé muy bien qué quiero decir con todo esto. Quizás por una vez, esto se parezca más a una reflexión desde mi azotea que a cualquier otra cosa.

O puede que la reflexión, al comparar esas imágenes sea, ¿Está todo inventado?

¿Qué mas da? Puede que a veces, algunos más que otros, todos sintamos esa necesidad de decirles a todos, "eh, que yo también soy actual, y yo también soy trendy, mirad, que os lo voy a demostrar". 

¿Acaso no es justo lo que estoy yo misma diciendo en este post?  ; )

Aunque, por terminar un poco con una conclusión, tal y como yo lo veo, mejor es insinuar, contar, emebellecer una historia y dejar el resto al campo de la reflexión y la imaginación.

Besos de Zarzaparrilla,

Smilax