En mi vida diseño moda, y por aquí guardo momentos. Un blog donde dibujar, escribir, contar detalles, hablar de lo que siento y de lo que me emociona. Como una azotea desde la que asomarse a todo.
¿Qué haces cuando no puedes elegir cuál, porque te sientes de milesdecolores a la vez?
Pues eso mismo, mostrar que te sientes de miles de colores a la vez...
Besos. Hoy vamos de fiesta. ¡Buen fin de semana!
Recordando la emoción de un 7 de septiembre de 2008 en Madrid, entre más de 15.000 personas, porque este momento no podía tener ningún otro acompañamiento más que éste...
Así que me las he preguntado yo a mí misma también. Y estos son las respuestas que me encontraba en mí misma, mientras leía las suyas...
[gracias, corazón! procuraré no repetir...]
Si yo no tuviera mi nombre... me llamaría Mafalda. O Ginebra, como la reina de Camelot. Si yo fuera hombre... sería la canción de Beyoncé. [pero sólo porque me gusta mucho la canción, jeje]
Si yo fuera mujer... sería como soy, pero con TODAS las cosas buenas de mimadre y de mi abuela.
Si yo fuera un animal... sería un águila. Libre y volando.
Si yo fuera una mascota... sería un gato. Lo tengo clarísimo.
Si yo fuera insecto... sería un mosquito. Y me libraría siempre de que me aplastasen, como ellos hacen conmigo cuando me despiertan por la noche!
Si yo fuera un arbol... sería una planta trepadora. Con las hojas en forma de corazón. Seria una Zarzaparrilla
Si yo fuera una flor... sería un jazmín.
Si yo fuera un sentido... sería olfato.
Si yo fuera un elemento... sería helio. Ligero y etéreo.
Si yo fuera una parte del cuerpo... sería manos que acarician, hacen, deshacen, que lían, que desatan… [maca, ha sido imposible no repetir respuesta...]
Si yo fuera un adjetivo... sería cualquier adjetivo terminado en Z. Sería veraz, capaz, fugaz...
Si yo fuera una comida... sería gazpacho. Andaluz 100%
Si yo fuera una galleta... sería una maría blandita mojada en el café.
Si yo fuera una bebida... sería manzanillade Sanlúcar fresquita.
Si yo fuera una fruta...sería mango.
Si yo fuera un postre... sería gelatina de limón [las preguntas dulces son las que más me cuestan pues no soy nada dulcera]
Si yo fuera un olor... sería olor a suelo mojado por una tormenta de verano.
Si yo fuera un sonido... sería el de las golondrinas mientras vuelan.
Si yo fuera un color... sería negro. Porque va con todo.
Si yo fuera un trabajo... sería lo que trato ser, diseñadora.
Si yo fuera un vicio... sería dormir hasta despertarme sin más.
Si yo fuera una religión... sería difícil, porque no habria dios al que adorar.
Si yo fuera un electrodoméstico... sería el tostador que me hace las más deliciosas tostadas del mundo para desayunar...
Si yo fuera objeto del baño... sería la radio que siempre hay para cuando te duchas [qué pregunta tan rara...]
Si yo fuera un libro... sería [sin dudarlo un instante] El péndulo de Foucault, de Umberto Eco.
Si yo fuera escritor... sería del romanticismo francés, y escribiría como Baudelaire.
Si yo fuera una actriz... sería Meryl Streep [para mí, la mejor actriz desde la gran Katherine Hepburn]
Si yo fuera un actor... sería Johnny Depp
Si yo fuera director de cine... sería Tim Burton
Si yo fuera una película... sería cualquiera de Tim Burton [difícil elegir]
Si yo fuera una serie de televisión... sería Friends
Si yo fuera un personaje de cine/tv... sería Phoebe Buffay [y me dicen que ya lo soy!]
Si yo fuera una canción...sería I've got you under my skin [la canción que sonó en mi boda y que me hace llorar cada vez que la oigo]
Si yo fuera un grupo/banda... sería The Rat Pack
Si yo fuera un cantante... sería Frank Sinatra
Si yo fuera un disco... sería cualquiera de buen swing, divertido y pícaro
Si yo fuera un instrumento musical... sería un violín
Si yo fuera una prenda... sería unos zapatos de tacón imposible firmados por Christian Louboutin.
Si yo fuera un cuadro... sería cualquier de Rothko.
Si yo fuera una escultura...sería el Monumento a la Tolerancia, de Chillida, en el muelle de la Sal, en Sevilla
Si yo fuera un regalo... sería ese que siempre has querido y nadie te ha regalado.
Si yo fuera un juego de mesa ... sería Billy el Rápido [un juego de cartas de dos, en el que hay que ser el más rápido en descartarte, que es mi vicio y al que siempre gano]
Si yo fuera un mueble... sería un buen sofá.
Si yo fuera un perfume... sería [lo soy] el perfume de Alessandro dell'Acqua
Si yo fuera un coche... sería un Aston Martin del 56. Rápido, pequeño y exclusivo. Y muy brittish.
Si yo fuera una estación del año... sería primavera [evidentemente, repetimos otra vez]
Si yo fuera una fecha... sería un día de fiesta que se convierte en puente.
Si yo fuera una hora del día... sería las once de la mañana. Pasadas las 11, la mañana se ha pasado.
Si yo fuera un mes... sería Enero [porque es el mes en que nací]
Si yo fuera un día de la semana... sería viernes
Si yo fuera un momento del día... sería el de terminar de comer y reposar por un momento con mi chico en el sofá.
Si yo fuera un lugar... sería una Azotea con unas vistas increibles al a que se accede desde una buhardilla llena de trastos y cosas antiguas...
Si yo fuera una ciudad... sería Funchal. Estoy deseando volver.
Si yo fuera un planeta... sería uno pequeñito, como el asteroide B 612 [esta la dejo porque me ha encantado y directamente, me haces pensar como tú, por la ternura que ello implica]
Si yo fuera un mar... sería el mar Rojo. Milenario y lleno de historia.
Si yo fuera uncontinente... sería África, sin duda.
Si yo fuera un número... sería el 25.
Si yo fuera una sensación.. sería la sensación de impaciencia y felicidad que te invade cuando acabas de tener una idea.
Si yo fuera un estado de ánimo... sería un estado de ánimo feliz. Y lleno de sonrisas.
Si yo fuera un defecto... trataría de sacar provecho de mí misma y convertirme en una virtud.
Si yo fuera una edad... sería 22. Tuve una etapa maravillosamente feliz con 22 años.
Si yo fuera un pecado... sería la lujuria. [Así sin más]
Lo confieso; soy de las que tardo en quitar el plastiquito a todo. Aún a riesgo de que ello provoque una [cariñosa] lucha conyugal [él a escondidas intenta quitarlo y yo, que lo descubro, me rebelo consecuentemente]
A la pantalla del móvil. De todos los móviles que he tenido.
A la pantalla de la Nintendo DS. A la del iPod.
Al pantallón de la televisión de plasma, que fue regalo de boda. Pero tranquilos todos, que ahí ya estuvo mi chico agudo y a tiempo, para que el plástico protector no llegase a la noche.
A las mini pantallas LED de cualquier objeto electrónico de la casa, y entiéndase válidas, tanto la del horno, como la mini-pantalla del frigo, la de los acumuladores de la calefacción o la del termómetro [sí, esos protectores de plastiquito azul]
Creo [juraría ahora mismo] que la de la jarra de agua con filtro, xtantos años después, aún la tiene puesta. [un gol por toda la escuadra a mi chico. Hasta que lea este post, claro]
Y porque a la luna del coche no se le puede dejar puesto...
Así que ésta pantalla, por supuestísimo, no iba a ser menos.
Y sí, ahí lo veis. Perfecto. Chulísimo. Y [perdonad, porque está feo que lo diga] Enorme.
Y con su plastiquito.
=D
Ver para creer.
Enganchada a la tecnología más puntera. Al diseño más vanguardista.
Y asustada de que se me raye.
Son esas cosas curiosas, esas contradicciones y paradojas de las que no te puedes librar, heredadas de un padre y una abuela siempre con esa especie de celo sobre lo nuevo, esa custodia y cuidado, casi de tradición, por valorar lo que se tiene y de miedo por finalmente estrenar lo que guardaste por tanto tiempo.
Pero sin embargo, son esas contradicciones que, aunque trate de renegar de ellas, sé positivamente que le trasmitiré a mi hij@, que le inculcaré, haciéndole creer que de alguna manera inexplicable, con su plastiquito puesto durará más tiempo nuevo.
Pero que no cunda el pánico. A buen seguro, mañana o pasado unas manos de cónyuge liberarán la pantalla finalmente, sin que yo me haya dado cuenta...
Os quería presentar a mi nuevo iMac. Estoy encantada ;-)
Por cierto, imaginad cuál es el fondo de escritorio, el cual no tardé ni cinco minutos en cambiar desde el que venía por defecto...
