Paisajes desde el tren

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No recuerdo cuándo fue la primera vez que leí la revista Paisajes, y debe de ser hace mucho, pues viajo en tren desde hace casi 20 años. Cuando estudiaba en Córdoba, la casi única mejor opción que tenía de ir y venir  a casa los fines de semana, si no era con algún pariente, amigo o conocido y hasta que tuve mi propio coche, era en tren. Llegaba a Puente Genil pueblo y lo hacía en tren Regional, en Talgo, en tren Estrella, en Intercity... De cada tipo de tren tengo historias particulares, como aquella vez en la que me tocó viajar en un coche cama (!!) o aquella en la que compartí cabina con un grupo de mochileros holandeses. Hubo bocadillos de salchichón, familiares que a todas luces iban o volvían del pueblo tras una larga estancia cargados de bultos y maletas, hubo hasta clase VIP cuando tenía que coger ese tren sí o sí (época de exámenes sobre todo) y no quedaba nada en turista (porque en esa época sin internet uno ni se planteaba comprar de forma anticipada el billete)

Y salvo en el tren Regional, en casi todos había Paisajes. Que luego pasó a llamarse Paisajes Desde El Tren. 

Y cuatro viajes al mes durante muchos años, daban para tener el mismo ejemplar incluso hasta repetido por cuatro!

Ahora viajo por otros muchos motivos, y entre mis nuevas adquisiciones están el Avant, en el que he pasado varios años a diario por motivos de trabajo y el AVE cada vez con más frecuencia por motivos laborales que por placer.

Una revista a la altura (por qué no decirlo?) de cualquier Traveller o Digest sin pretensiones, y que siempre ha tenido una fotografía cuidada, una redacción perfecta, y por la que he descubierto y a veces redescubierto, lugares y escapadas, lecturas, músicas, personajes y pasajes de la historia.

De Paisajes además, es un post muy bonito que próximamente publicaré.

He oido que Paisajes Desde El Tren tiene fecha de cierre y me ha dado una pena tremenda. Una revista tan cuidada, tan única, tan asociada a la lectura de viaje y de mirada por la ventana del vagón, que casi no puedo creer que dentro de poco, cuando me toque coger un AVE de nuevo, no la voy a poder encontrar cuando vaya a la cafetería a por ella.

Al menos en versión web se podrá seguir leyendo y accediendo a ella en pdf.

Os la recomiendo, de verdad.

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